Desde que el país decretó el estado de emergencia, las consecuencias e impactos económicos no han terminado de contabilizarse. Dentro de los sectores más afectados están (transporte aéreo, turismo, comercio, tecnología y restaurantes)

El mercado inmobiliario también ha sido afectado y viene recuperándose progresivamente. Tal es el caso de los segmentos de oficinas y locales comerciales; que seguirán viéndose afectados por un largo periodo de tiempo. Éstos deberán  transformarse y así poder adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes.

Las necesidades de m2 ya no se plantearán en función al número de trabajadores, sino pensando en cuántas personas emplearán la oficina de forma efectiva, en qué horarios, para qué actividades, etc. La oficina y los estacionamientos deberán ser usados de forma más inteligente facilitando por parte de los dueños la implementación de nuevas tecnologías que ayuden a que las actividades en estos espacios sean más eficientes y más seguros para la salud.

Algunas de ellas se inspiran en lo que están haciendo las compañías en países que llevan más tiempo combatiendo el Covid-19 como China. Por nuestra parte, cada vez más peruanos estaremos regresando a nuestras oficinas con la incertidumbre de saber si el espacio de trabajo será seguro para desempeñar nuestras labores cotidianas sin riesgo de contraer el virus.

La prevención para mantener la productividad de las empresas es el objetivo principal y los propietarios de edificios y líderes de la industria inmobiliaria son los encargados de administrar y diseñar lugares de trabajo, reestructurando las nuevas oficinas del futuro mejorando sus estándares de limpieza e higiene, conforme a las normativas sanitarias locales, con el objetivo de asegurar un lugar seguro y cómodo de trabajo.

Según se entiende habrá un antes y un después del Covid-19 en el mercado global. Si a inicios de año, se estimaba que la demanda efectiva bordearía los 120.000 m², hoy se prevé que esta rondaría entre los 30.000 m² y 80.000 m², incidiendo en la tasa de vacancia que se ubicaría entre 11% y 15% y ya no en 10%, como se preveía en un escenario sin coronavirus.

El sector independiente suele representar gran parte de la demanda en el rubro de oficinas y consultorios, sin embargo, no todos los segmentos del sector inmobiliario serán afectados de la misma forma. Debido al regreso progresivo de las personas a establecimientos comerciales, cuando termine el estado de emergencia nacional la mayoría de estos negocios verán una disminución en sus ingresos.

Por otro lado, con respecto al segmento industrial y logístico, sucedería algo diferente ya que sería el menos afectado, gran parte de almacenes y locales industriales en Lima, forman parte de la manufactura de productos esenciales como alimentos, bebidas o productos químicos y plásticos entre otros los cuales continuaran operativos.

El economista Marcel Ramírez considera que buena parte del impacto sobre la demanda tendría relación con la crisis que enfrenta el sector independiente, que suele ser el de mayor demanda en el rubro de oficinas/consultorios indicando que el propio sector inmobiliario es el llamado en recuperar la demanda a través de ofertas y promociones dirigidas a las áreas que hayan sido afectados en menor intensidad.

Las oportunidades que dejan las crisis internacionales suelen ser bien aprovechadas por el sector inmobiliario, hay muchos fondos de inversión sobre todo chilenos que pueden estar interesados en el sector inmobiliario peruano, el cual a pesar de la pandemia podría ser el que mejor afronte la crisis según los expertos, ya que durante esta reactivación económica progresiva se requiere la contratación de personas que necesitarán espacios de trabajo temporales donde poder ejercer sus labores las cuales no puedan llevarse a cabo desde casa.

De igual forma esta época es una oportunidad de aprendizaje, reinvención, aprovechar las nuevas tecnologías y manejar efectivamente el tiempo, siendo creativos flexibilizando la jornada laboral si es posible.